lunes, 25 de febrero de 2013

Siete

Cuatro y cinco. Nació azul. 
Como el día... que despertó nevado y frío.
Diez minutos de reanimación la separaron de mi pecho y me llenaron de angustia. Angustia silenciosa...

Fue un embarazo deseado, buscado y celebrado. Mi única criatura "planificada" al detalle... y su nacimiento no tuvo nada que ver con el parto dulce que dio vida a su hermana. No hubo esa calidez; Piojilla no tuvo el nacimiento soñado. Lloró y empezó su vida. Lo que entonces no sabía, era que también acababa de cambiar para siempre la mía. 

Dicen que siete años es el tiempo necesario para cerrar círculos. Que la primera maternidad te cambia.... es cierto. Mi primera hija me cambió; y me dediqué desde entonces a investigar sobre estos temas.... ni de lejos imaginaba el camino que recorrería después. 
Ha sido esta chiquitina la que ha hecho tambalear mi estructura. Mi Piojilla "mediana"; la que ha movido mis cimientos.  Por ella es que soy otra.

Miro hacia atrás y veo todo lo que estos siete años han significado. No puedo hacer otra cosa que dar gracias. 

Gracias hija. 

Gracias porque sin tu nacimiento, seguiría creyendo que todos los partos son bonitos y que cuando no lo son, es porque las mujeres "no se informan". 
Gracias por abrirme los ojos a una realidad diferente a la que yo veía. 
Gracias por enseñarme que aquello que sabía (y que sé) de lactancia, no es ni siquiera la punta del iceberg. 
Gracias por hacerme el camino de la maternidad menos llano, porque sólo así he podido comprender a otras madres. 
Gracias por cada uno de tus besos y de tus rabietas. Por ejercitar el límite de mi paciencia y hacerme revisar a diario mis creencias. Porque aumentas mi fe en el amor. 
Gracias por haberme hecho sentir la necesidad de crear un espacio para madres. Por haberme sacado de mi sillón cómodo y mullido - mi zona de confort- para dedicar mi tiempo a recibir el abrazo y la sabiduría de otras mujeres. 
Gracias porque en estos años he conocido gente maravillosa. 
Gracias por darme el poder de creer que mis acciones pueden cambiar el mundo. 
Gracias por el hermoso nacimiento que le has regalado a tu hermano. 
Gracias por todo lo que en estos años he aprendido. 

Gracias hija mía, porque sin ti, sin tu nacimiento y sin todo lo que me has enseñado y me enseñas a diario, mi vida hubiera sido otra... y tal vez también la de más gente.  

Gracias de verdad. 

Feliz cumpleaños
Te quiero. 

Mamá.

5 comentarios:

Lalita dijo...

Feliz cumpleaños "Piojilla mediana".
Que afortunada eres de tener una mamá tan sensible!
Espero que disfruteis mucho de este día tan especial!!!

Anónimo dijo...

Qué preciosidad de post! Espero en un año estar sintiendo estas cosas que tu pones, felicidades a tu hija y enhorabuena a ti por esa niña :)

Un saludo

Nereida dijo...

Gracias por tus palabras, me ha emocionado mucho leerte. En noviembre nació mi primera hija, nuestra "pequita", tenía su parto tan pensado...tan planificado, como quería que fuese todo...que se me olvidó que a veces no es bueno cerrar tanto tus planes. Mi hija nació finalmente prematura en una cesarea de urgencia, y no pude tenerla en mis brazos hasta pasadas casi tres horas. Ahora, casi cuatro meses despúes, ambas tratamos de superarlo con una bella lactancia y mucho porteo. Gracias por hacerme sentir que no estamos solas en esto.

Anónimo dijo...

Que post tan precioso, tu blog entero es puro amor y cariño, me gusta muchísimo, gracias por compartir tanto sentimiento y tan fuertes y profundos con todos nosotros.

Claudia dijo...

Gracias a vosotras por leerme y sentiros identificadas con lo que cuento. Besos grandes!

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